miércoles, 29 de abril de 2009

Desmayarse



  Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso:

  no hallar fuera del bien centro y reposo,        5
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso:

  huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,                      10
olvidar el provecho, amar el daño:

  creer que el cielo en un infierno cabe;
dar la vida y el alma a un desengaño,
¡esto es amor! quien lo probó lo sabe.

 


                                            Lope de Vega

lunes, 27 de abril de 2009

Dormirse en el olvido del recuerdo


¡Dormirse en el olvido del recuerdo,
en el recuerdo del olvido,
y que en el claustro maternal me pierdo
y que en él desnazco perdido!

¡Tú, mi bendito porvenir pasado,
mañana eterno en el ayer;
tú, todo lo que fue ya eternizado,
mi madre, mi hija, mi mujer!

 

Miguel de Unamuno

sábado, 25 de abril de 2009

Recuerdos










Recuerdo el mar no visto y aquel tiempo que nunca viví

Recuerdo el paso de una vida que nunca fué para mí.

Sobre el amor


Busqué siempre el amor que no poseía. Quise ser amado. He hecho todo lo posible. No he hecho nada más que eso. Los obreros se exponen a caer como los ladrillos desde los andamios. Pierden los brazos y las piernas. Yo no he podido perder nada y he perdido todo. Justo era que se me quisiera.

No hay nada más que un amor. Ser amado. Esa es la alegre monotonía de mi vida.

 

"De la elegancia mientras se duerme" Vizconde de Lascano Tegui

viernes, 24 de abril de 2009

La hora del té



La primera taza acaricia mi garganta y mis secos labios.
La segunda rompe los muros de mi solitaria tristeza.
La tercera busca los secos arroyos de mi alma para encontrar los cuentos de los cinco mil rollos.
Con la cuarta, el dolor de las injusticias pasadas desaparece a través de mis poros.
La quinta purifica mi carne y mis huesos.
Con la sexta entro en contacto con los inmortales.
La séptima me proporciona un placer tal, que casi es insoportable.
El viento fresco sopla a tráves de mis alas, mientras me encamino hacia Penglai.


"Siete tazas de té" Lu Tong (795-853)

jueves, 23 de abril de 2009

Se bella, y se triste



¿Qué importancia tiene vuestra bondad?
Se Bella y se Triste, las lágrimas
agregan encanto a tu rostro
como la lluvia al paisaje,
La tormenta rejuvenece las flores.

Te amo más cuando la alegría
huye del balcón de tu frente,
Cuando tu corazón se hunde en el horror,
Cuando sobre tus cejas se despliega
La temible nube del pasado.

Te amo cuando tus grandes ojos derraman
Un agua tibia como sangre,
Cuando a pesar de mi mano acompañante,
El peso de la angustia horada tu voz
Como un quejido agonizante.

Y aspiro, divina voluptuosidad,
Himno de profunda delicia,
Todos los sollozos de tu pecho,
Y creo que tu corazón se ilumina
con las perlas que caen de tus ojos.

 

                                                   Charles Baudelaire

miércoles, 22 de abril de 2009

Navegando en vaguedades


 


Cuando me paro a contemplar mi estado,
y a ver los pasos por do me ha traído,
hallo, según por do anduve perdido,
que a mayor mal pudiera haber llegado;

mas cuando del camino estó olvidado,
a tanto mal no sé por dó he venido;
sé que me acabo, y más he yo sentido
ver acabar conmigo mi cuidado.

Yo acabaré, que me entregué sin arte
a quien sabrá perderme y acabarme
si ella quisiere, y aun sabrá querello;
que pues mi voluntad puede matarme,
la suya, que no es tanto de mi parte,
pudiendo, ¿qué hará sino hacello?

Garcilaso de la Vega

martes, 21 de abril de 2009

Caballeros



 


El gusto de la nada, Charles Baudelaire 


¡Triste espíritu, antaño amante de la lucha,
la Esperanza, cuya espuela excitaba tu ardor,
no quiere ya montarte! Echate sin pudor,
viejo caballo cuyas patas tropiezan en todos los obstáculos.

Resígnate, corazón mío; duerme tu sueño de bruto.

¡Espíritu vencido, extenuado! Para ti, viejo merodeador,
el amor no tiene ya sabor, ni tampoco la lucha;
¡adiós, pues cantos del metal y sus piros de la flauta!,
¡placeres, no tentéis ya a un corazón sombrío y gruñón!

¡La adorable Primavera ha perdido su olor!

Y el tiempo me devora minuto tras minuto,
Como la nieve inmensa a un cuerpo afectado por la rigidez;
Contemplo desde lo alto el globo en su redondez,
Y ya no busco en él el abrigo de una choza.
Alud, ¿quieres arrastrarme en tu caída?


lunes, 20 de abril de 2009

Crisantemo


Uno era el pétalo del tordo y otro el canto del crisantemo
Uno era la mística oscura y el otro… la luz del vacío.

En ese habitaba la crueldad mas insospechada y amorosa
En el anterior los recodos de la voz y los rescoldos del silencio.
El silencio como un fuego.
El silencio como la muerte del amor.
En esa danza permanezco.

lunes, 13 de abril de 2009

La Gorgona

 

«El hijo de Agenor les contó que había un lugar al pie
del helado Atlas protegido por la defensa de una masa rocosa;
que a su entrada habitaban las hermanas gemelas, las Fórcidas,
que compartían el uso de un solo ojo; que él lo cogió
secretamente mediante un ardid, poniendo la mano debajo
mientras se lo estaban pasando; después, por regiones
muy ocultas, inaccesibles, y rocas erizadas de abruptas selvas
había llegado a la morada de las Gorgonas; por todas partes
por campos y caminos, había visto estatuas de hombres y
animales, convertidos de lo que eran en piedras al ver a Medusa.

»El, sin embargo, había mirado la cara de la horrenda Medusa
reflejado en el bronce del escudo que llevaba en la izquierda;
mientras un profundo sueño embargaba a las culebras
y a ella misma, le arrancó la cabeza del cuello y de la sangre
de su madre nacieron Pegaso, fugaz con sus alas, y su hermano.

»Añadió también los peligros, no fingidos, de su largo viaje,
los mares y las tierras que había visto desde lo alto debajo de él
y las estrellas que tocó con el batir de sus alas.

»Calló sin embargo antes de lo esperado; uno de los nobles toma
la palabra para preguntarle por qué sólo una de las hermanas
llevaba serpientes mezcladas alternativamente con sus cabellos.

»El extranjero dijo “pues preguntas algo digno de contarse,
he aquí la respuesta. Ella era la de figura más bella
y el partido codiciado por muchos,
y en toda ella no había parte más admirable que sus cabellos;
he conocido a quien dijo haberla visto. El soberano
del piélago [Poseidón], cuentan, la deshonró en el templo de Minerva [Atenea];
la hija de Júpiter [Zeus] se volvió y se cubrió el casto semblante
con la égida, y para que el hecho no quedara impune,
cambió la cabellera de la Gorgona en feas hidras.

»Y aún ahora, para aterrar y dejar paralizados a sus enemigos,
lleva delante del pecho las serpientes que creó».

[Ovidio. Las metamorfosis. (Libro IV. - 772)
Alianza Editorial.
Traducción de Antonio Ramírez de Verger y Fernando Navarro Antolín

miércoles, 8 de abril de 2009

Oración


 

(...) ¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros          
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero. (...)

 

 


Santa Teresa de Ávila

(1515-1582)
   
Vivo sin vivir en

lunes, 6 de abril de 2009

El Lago



EL LAGO


Así siempre empujados hacia nuevas orillas,
en la noche sin fin que no tiene retorno,
¿no podremos jamás en el mar de los tiempos
echar ancla algún día?

Lago, apenas el año ya concluye su curso
y muy cerca del agua donde yo le di cita,
mira, vengo a sentarme solo sobre esta piedra
donde ayer se sentaba.

Tú bramabas así bajo estas mismas rocas,
te rompías con furia en su herido costado;
así el viento arrojaba tus oleajes de espuma
a sus pies adorados.

Una tarde, ¿te acuerdas?, en silencio bogaba
entre el agua y los cielos a lo lejos se oía
solamente el rumor de los remos golpeando
tu armonioso cristal.

De repente una música que ignoraba la tierra
despertó de la orilla encantada los ecos;
prestó oídos el agua y la voz tan amada
pronunció estas palabras:

«Tiempo, no vueles más. Que las horas propicias
interrumpan su curso.
¡Oh, dejadnos gozar de las breves delicias
de este día tan bello!

Todos los desdichados aquí abajo os imploran:
sed para ellos muy raudas.
Con los días quitadles el mal que les consume;
olvidad al feliz.

Mas en vano yo pido unos instantes más,
ya que el tiempo me huye.
A esta noche repito: “Sé más lenta”, y la aurora
ya disipa la noche.

¡Oh, sí, amémonos, pues, y gocemos del tiempo
fugitivo, de prisa!
Para el hombre no hay puerto, no hay orillas del tiempo,
fluye mientras pasamos.»

Tiempo adusto, ¿es posible que estas horas divinas
en que amor nos ofrece sin medida la dicha
de nosotros se alejen con la misma presteza
que los días de llanto?

¿No podremos jamás conservar ni su huella?
¿Para siempre pasados? ¿Por completo perdidos?
Lo que el tiempo nos dio, lo que el tiempo ha borrado,
¿no lo va a devolver?

Alphonse de Lamartine

domingo, 5 de abril de 2009

El tigre y el dragón





El dragón contempla el mundo desde lo alto de las nubes.

El tigre duerme tranquilo a la sombra de una acacia.

Un pájaro azul cruza los aires.

¿Es el sueño del dragón, que desearía ser capáz de descender a la tierra, o el sueño del tigre, que desearía ser capáz de alcanzar los cielos?

"El perfume del cardamomo" Andrés Ibáñez

miércoles, 1 de abril de 2009

Solitario soñador







 

  CANCIÓN DEL RECUERDO  

Igual que en un sepulcro me he encerrado
en tu eterno recuerdo, y en él vivo,
la frente entre las manos, pensativo,
evocando las glorias del pasado.

¿Será posible que un amor tan fuerte
se haya para mi amor desvanecido?
¡El amor es más fuerte que la Muerte,
y la Muerte más fuerte que el olvido!

Largas horas de espera... Eternidades
que llenan de ansiedad mis soledades.
Solo y soñando con tu amor me tienes;

solo y soñando con tu vuelta muero...
Si nunca has de venir, ¿por qué te espero?
Y si te espero aún, ¿por qué no vienes?







Francisco Villaespesa