viernes, 17 de septiembre de 2010

Después







Después de aquella brava agonía,
ya me resigno..., ¡sereno estoy!
Yo, que con ella nada pedía,
hoy, ya sin ella, sólo querría
ser noble y bueno... ¡mientras me voy!

Es un bendito nombre, que adoro,
ser noble y bueno, y al expirar,
poder decirme: "¡Nada atesoro:
di toda mi alma, di todo mi oro,
di todo aquello que pude dar!"

Desnudo torno como he venido;
cuanto era mío, mío no es ya:
como un aroma me he difundido
como una esencia me he diluido,
y, pues que nada tengo ni pido,
¡Señor, al menos vuélvemela!






 Agosto 20 de 1912
Amado Nervo

No hay comentarios:

Publicar un comentario