domingo, 29 de agosto de 2010

Rima XIII







 


—Allá está la cumbre.
—¿Qué miras? —Un astro.
—¿Me amas? —¡Te adoro!
—¿Subimos? —¡Subamos!

—¿Qué ves? —Una aurora
fugitiva y pálida.
—¿Qué sientes? —Anhelo.
—Ésa es la esperanza.

—¡Qué alientos de vida!
¡Qué fuegos de sol!
¡Qué luz tan radiante!
—¡Ese es el amor!

—¿Qué ves a tus plantas?
—Un profundo abismo.
—¿Tiemblas? —Tengo miedo...
—¡Ese es el olvido!

Pero no tiembles ni temas:
bajo el sacro cielo azul,
para el que ama no hay abismos,
porque tiene alas de luz.






 

Rubén Darío

miércoles, 25 de agosto de 2010

Poema del amor pequeño


Fue breve aquella noche. Fue breve, pero bella.
Poca cosa es el tiempo, que es también poca cosa,
porque nadie ha sabido lo que dura una estrella
aunque todos sepamos lo que dura una cosa.

Nuestro amor de una noche fue un gran amor pequeño
que rodó por la sombra como un dado sin suerte,
pero nadie ha sabido lo que dura un ensueño
aunque todos sepamos lo que dura la muerte.

Una noche es eterna para el que no la olvida,
y el tiempo nada importa para el sueño y la flor,
y, como nadie sabe lo que dura la vida,
nadie sabe tampoco lo que dura el amor.


José Ángel Buesa

domingo, 22 de agosto de 2010

Insomnio







 


Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes.  No. No lo sabes. Yo en desvelo,
y tú, inocente, duermes bajo el cielo.
Tú por tu sueño, y por el mar las naves.

En cárceles de espacio, aéreas llaves
te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alce hasta ti las alas de mis aves.

Saber que duermes tú, cierta, segura
—cauce fiel de abandono, línea pura—,
tan cerca de mis brazos maniatados.

Qué pavorosa esclavitud de isleño,
yo, insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, tú por tu sueño.


Gerardo Diego

lunes, 16 de agosto de 2010

Dímelo sin palabras



1. Abanicarse rápidamente. Te amo con intensidad.


2. Abanicarse lentamente. Abanicarse de forma pausada, significa soy una señora casada y me eres indiferente. También si se abre y cierra muy despacio significa esto.


3. Cerrar despacio. Este cierre significa un "Sí". Si se abre y cierra rápidamente significa, "Cuidado, estoy comprometida".


4. Cerrar rápido. Cerrarlo de forma rápida y airada significa un "No".


5. Caer el abanico. Dejar caer el abanico significa: te pertenezco.


6. Levantar los cabellos. Si levanta los cabellos o se mueve el flequillo con el abanico significa que piensa en ti, que no te olvida.


7. Contar varillas. Si cuenta las varillas del abanico o pasa los dedos por ellas quiere decir que quiere hablar con nosotros.


8. Cubrirse del sol. Significa que eres feo, que no la gustas.


9. Apoyarlo sobre la mejilla. Si es sobre la mejilla derecha significa "Si". Sobre la mejilla izquierda es "No".


10. Prestar el abanico. Si presta el abanico a su acompañante, malos presagios. Si se lo da a su madre, quiere decir "Te despido, se acabó".


11. Dar un golpe. Un golpe con el abanico sobre un objeto, significa impaciencia.


12. Sujetar con las dos manos. Si sujeta el abanico abierto con las dos manos, significa "es mejor que me olvides".


14. Cubrirse los ojos. Con el abanico abierto, significa "Te quiero". Si se cubre el rostro puede significar "Cuidado, nos vigilan.


15. Pasarlo por los ojos. Si se pasa el abanico por los ojos significa, Lo siento. Si cierra el abanico tocándose los ojos quiere decir, "Cuando te puedo ver".


16. Abrir el abanico y mostrarlo. Significa, "Puedes esperarme".


17. Cubrirse la cara. Cubrirse la cara con el abanico abierto, significa: Sígueme cuando me vaya.


18. A medio abrir. Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir "Puede besarme".


19. Apoyar los labios. Si apoya los labios sobre el abanico o sus padrones, significa desconfianza, "No me fío".


20. Pasarlo por la mejilla. Significa, "Soy casada".


21. Deslizarlo sobre los ojos. Significa: "Vete, por favor".


22. Mano izquierda. Llevarlo en la mano izquierda quiere decir: "Deseo conocerte". Moverlo con la mano izquierda significa: "Nos observan".


23. Mano derecha. Llevarlo o moverlo con la mano derecha, significa: "Amo a otro".


24. Pasarlo de una mano a otra. Significa, "Estás flirteando con otra" o "Eres un atrevido".


25. Girarlo con la mano derecha. Significa: "No me gustas".


26. Tocar la palma de la mano. Quiere decir: "Estoy pensando si te quiero".


27. Sobre el corazón. Apoyar el abanico abierto sobre el corazón o el pecho, quiere decir: "Te amo" o "Sufro por tu amor".


28. Darse en la mano izquierda. Darse un golpe con el abanico cerrado en la mano izquierda significa "Ámame".


29. Mirar dibujos. Mirar los dibujos del abanico, quiere decir: "Me gustas mucho".


30. Bajarlo a la altura del pecho. Significa: "Podemos ser amigos". También dejarlo colgado, quiere decir "Seremos amigos".


31. Cerrarlo sobre la mano izquierda. Quiere decir: "Me casaré contigo".


32. Saldré. Ponerse en el balcón con el abanico abierto o salir al balcón abanicándose. También entrar en el salón abanicándose.


33. No saldré. Dejarse el abanico cerrado en el balcón, salir al balcón con el abanico cerrado, o entrar en el salón con el abanico cerrado.


34. Arrojar el abanico. Quiere decir: "Te odio". o "Adiós, se acabó".


35. Presentarlo cerrado. Significa: "¿Me quieres?".


36. Sobre la oreja. La izquierda, "Déjame en paz no quiero saber nada de ti". La derecha, "No reveles nuestro secreto".


37. Contar o abrir cierto número de varillas. La hora para quedar en una cita, en función del número de varillas abiertas o "tocadas".

viernes, 13 de agosto de 2010

Pasión onírica


Vengo creyendo en la pasión onírica
como un tierno regalo de las hadas.
Me han dicho: Usted escriba de lo real.
Yo nunca le hice caso a los dogmáticos.
Le hice caso a mis sueños más rebeldes;
es decir, le hice caso a mis insomnios.






 

David Escobar Galindo